sábado, 16 de julio de 2011

"Hombre mirando al Sudeste". La sociedad enferma en el origen de la victimización secundaria.

- ¿Por qué quiere curarme? ¿Me puede dar un motivo serio que podamos discutir ahora los dos?

- Rantés. Si usted no es un chiflado yo tendría que admitir que realmente es un extraterrestre. ¿Sabe lo que eso significaría? Que el chiflado soy yo.

- La naturaleza sólo permite un desarrollo muy lento. Favorece más fácilmente un cambio de especie que un cambio de conciencia. Yo soy más racional que ustedes, respondo racionalmente a los estímulos. Si alguien sufre lo consuelo. Si alguien me pide ayuda se la doy. ¿Por qué, entonces, usted cree que estoy loco? Si alguien me mira lo miro. Si alguien me habla lo escucho. Ustedes se han ido volviendo locos de a poco por no reconocer esos estímulos, simplemente por haber ido ignorándolos. Alguien se muere y ustedes lo dejan morir. Alguien pide ayuda y ustedes miran para otro lado. Alguien tiene hambre y ustedes dilapidan lo que tienen. Alguien se muere de tristeza y ustedes lo encierran para no verlo. Alguien que sistemáticamente adopta esas conductas, que camina entre las víctimas como si no estuvieran, podrá vestirse bien, podrá pagar sus impuestos, ir a misa, pero no me va a negar que está enfermo. Su realidad es espantosa, doctor. ¿Por qué no dejan de una buena vez la hipocresía y buscan la locura de este lado? Y se dejan de perseguir a los tristes, a los pobres de espíritu, a los que no compran porque no quieren, o porque no pueden, toda esa mierda que usted me vendería de muy buena gana; si pudiera, claro.

Dialogo de la película argentina "Hombre mirando al Sudeste". Escrita y dirigida por Eliseo Subiela en 1986, narra la historia de Rantés, un joven que aparece un buen día en una institución psiquiátrica diciendo que es una proyección holográfica mejorada de una inteligencia extraterrestre, y que ha venido a la Tierra a estudiar a los humanos, especialmente a su arma más terrible: la estupidez (entendida como pasividad ante el mal y degeneración de los valores). El Dr. Denis, encargado de los desequilibrados, se debatirá entre lo racional y lo irracional del caso, acuciado por sus propios problemas personales y necesitado de creer en algo.

Tras su visionado surgen preguntas interesantes: ¿quién es el enfermo?, ¿quién es más racional?.

Hace poco tiempo pudimos ver en un programa de televisión sin muchas pretensiones cómo varias familias españolas convivían durante un tiempo con tribus "menos evolucionadas" y, después, algunos miembros de estas tribus venían a ciudades españolas a compartir nuestra vida occidental con estas familias. Fue impresionante cuando uno de estos "salvajes" no podía comprender que en la calle hubiese mendigos: ¿Por qué dejáis que viva así?, "Esto no debería pasar con todo lo que tienen".....


Como cotilleo: En el año 2001 esta película ha sido impunemente plagiada (con algunas modificaciones en el guión por aquello de la comercialidad) por los norteamericanos en  K-Pax .

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