En nuestra cualidad de seres sociales las interacciones entre individuos siempre están de alguna forma condicionadas por la pertenencia al grupo.
Normalmente se produce una actitud de preferencia o favoritismo hacia el endogrupo y de discriminación hacia el exogrupo. Esto se conoce como el "Paradigma del grupo mínimo". Para provocar este efecto es suficiente con dividir a los sujetos en dos grupos.
Desde las teorías del equilibrio cognitivo se explica cómo el sujeto, al querer mantener relaciones consistentes, percibe a los miembros de su grupo como más similares a él y, consecuentemente, experimenta más atracción hacia estos.
Tajfel (1978) explicará el conflicto a través del concepto de identidad social o categorización social. Toda interacción se puede situar a lo largo de un continuo que va desde las relaciones interpersonales hasta las relaciones intergrupales.
En el polo interpersonal los individuos se relacionan en función de las características personales o individuales. El polo intergrupal estaría relacionado con situaciones en las que los individuos interaccionan en función de su pertenencia a un determinado grupo social. Para Tajfel el polo interpersonal realmente no existe.
Cuando la relación se acerca al polo intergrupo caben esperar dos consecuencias: hay una mayor homogeneidad entre los miembros de un grupo a la hora de tratar con el exogrupo, y la segunda consecuencia sería la tendencia a tratar a los miembros del grupo externo como elementos indiferenciados y cada vez más diferentes al propio grupo.
Así, en todo tipo de relación que se aproxime a ese polo intergrupal el individuo adquiere su propia autoestima identificándose con las características que definen a su grupo. La identidad social se adquiere por esta identificación con los rasgos del endogrupo.
La identidad social positiva dependerá de esta tendencia a favorecer al propio grupo, necesitando, por contraste, que el exogrupo tenga características más negativas.
El conflicto surgirá inevitablemente en aquellas situaciones en las que existe un único recurso y que se plantean de forma que la obtención de ese recurso implica necesariamente que los otros fracasen en su intento. Poner a dos grupos en situación competitiva será un elemento suficiente para que comiencen los problemas.
Javier Gómez Segura 2012
Tajfel, H. (1978). Differentiation between social groups. London: Academic Press